domingo, 16 de marzo de 2014

'Atrapados' por el gen de la obesidad
Si hay un gen de la obesidad por antonomasia, ése es, sin duda, FTO. Las mutaciones detectadas en esta región cromosómica son las que más fuertemente se han asociado con un aumento del riesgo de sobrepeso en humanos -los portadores de dos copias de las variantes tienen hasta un 70% más de posibilidades de acumular kilos de más-.
                            
Pero, pese a ser uno de los genes mejor conocidos, los mecanismos que le ligan con la báscula seguían siendo una incógnita para la ciencia.

Un grupo de investigadores con participación española ha contribuido ahora a vislumbrar un poco más esa relación. Y sus resultados, que se publican en el último número de la revista Nature, demuestran que su papel es más de inductor que de ejecutor.

En realidad, las mutaciones de FTO están conectadas con otro gen, IRX3, que está localizado en otra zona cromosómica distante y participa en la formación del sistema nervioso, el corazón y los riñones. Según los datos de la nueva investigación, es este último quien, desde el cerebro, tiene un efecto más directo sobre la obesidad.

"Hasta ahora estábamos mirando en el lugar equivocado. Nuestros datos suponen un cambio de perspectiva porque indican que la clave es IRX3", apunta a EL MUNDO José Luis Gómez-Skarmeta, investigador del CSIC en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo y uno de los principales firmantes del trabajo.

Según este experto, hasta ahora se pensaba que las mutaciones identificadas en FTO afectaban a interruptores que encendían o apagaban la expresión de ese mismo gen. La hipótesis estaba reforzada por varios estudios que demuestran que la falta de función de FTO genera ratones delgados y que su potenciación se traduce en ratones obesos.

Sin embargo, a través de distintas técnicas genómicas y usando muestras de 153 indivicuos de origen europeo, su trabajo ha demostrado que, realmente, "las mutaciones ligadas a la obesidad localizadas en FTO afectan a interruptores que controlan la expresión de IRX3 en el cerebro". Como si de un control remoto se tratara.

Los investigadores quisieron comprobar el papel de IRX3 de una forma fehaciente, para lo que realizaron un experimento en ratones. Consiguieron eliminar el gen IRX3 en varios ejemplares, que, pese a llevar la misma dieta rica en grasa y actividad física, resultaron ser significativamente más delgados -un 30% menos- que sus compañeros. Además, tal y como añade Gómez-Skarmeta, estos ratones tenían una mayor proporción de tejido adiposo marrón, lo que se asocia con un mejor perfil metabólico.

En un paso adelante, los científicos también descubrieron que los ratones que presentaban una función alterada de IRX3 en el hipotálamo, una zona del cerebro que regula el gasto de energía o los patrones alimentarios, mostraban un perfil similar a aquellos que carecían por completo de IRX3.

Esto, según sus palabras, demuestra que el citado gen cumple un papel fundamental en la regulación de la masa corporal, lo que refuerza la teoría de que la predisposición genética a la obesidad reside en el cerebro.

El siguiente paso, según explica Gómez-Skarmeta, será identificar de forma precisa "cuál es la guía de control" que opera en la expresión de IRX3 y estudiar qué conjunto de genes dependen también de él. "Tenemos una ventana abierta, ahora tenemos que ir moviéndola hacia arriba y hacia abajo para seguir comprendiendo", subraya.

Los trastornos mentales afectan a un millón de jóvenes
Los trastornos mentales afectan en España a un millón de niños y adolescentes y un 1,6 millones está en una situación de riesgo, según los datos expuestos en El libro Blanco de la Psiquiatría del Niño y del Adolescente, patrocinado por la Fundación Alicia Koplowitz. Además, Actualmente, no todas las Comunidades Autónomas presentan una estrategia específica implantada y vigente para abordar este tipo de patologías en niños y adolescentes.

La publicación, presentada este jueves en rueda de prensa por el jefe de sección de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Celso Arango, organizador y director del proyecto, junto a Tomás Montalbán de PricewaterhouseCoopers, señala que uno de cada ocho menores de 18 años presenta algún tipo de trastorno mental. Del mismo modo que uno de cada cinco padecerá a lo largo de su vida un problema de desarrollo emocional o de conducta.

Varios niños sentados en un muro frente a una playa."La mayor parte de los trastornos que aparecen en la edad adulta tienen su inicio en la infancia y adolescencia", ha informado el doctor Arango. De este modo, y según la bibliografía científica, la mitad de los trastornos aparecen por primera vez antes de los 14 años y más del 70% comienzan antes de los 18. Por ello, es vital que los profesionales, los padres y la sociedad en general sean conscientes de la importancia que tiene en edades tempranas la prevención. "Tenemos que ser conscientes de que los trastornos mentales no sólo son cosas de adultos", ha confesado el experto.

Los principales grupos de patología son trastornos del desarrollo neurológico (discapacidades intelectuales, trastornos de la comunicación, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastornos específicos del aprendizaje y trastornos motores entre otros). También aparecen en estas edades los trastornos relacionados con el espectro de la esquizofrenia, trastornos psicóticos, trastorno bipolar, y los relacionados con la depresión y ansiedad, alimentación, sueño o estrés. Dentro de estos, la depresión está clasificada como la causa más importante de discapacidad en el mundo, pues una media de 800.000 personas se suicida anualmente en el mundo, y la edad media de estas personas se sitúa entre los 15 y 44 años.

Los problemas personales, sociales y sobre todo económicos que actualmente atraviesan muchas familias pueden ser el detonante de un trastorno de estas características en los jóvenes. Tanto es así que, con estos problemas, no aumentan las enfermedades físicas como cáncer, problemas cardiovasculares etc. pero sí las enfermedades mentales. "Muchas veces de forma secundaria el estrés de los padres, hace que el niño detecte que algo no funciona como debería", ha insistido el doctor Arango. Hay clara evidencia entre crisis económica y el aumento de trastornos en niños y adolescentes.

Distribución

Con este escenario, es importante desarrollar acciones en las diferentes comunidades autónomas, ya que España está a la cola de los países europeos. No sólo en cuestiones asistenciales, también en el número de profesionales por cada una de ellas. Es decir, según lo establecido por los estándares internacionales de calidad asistencia, por cada 100.000 habitantes menores de 18 años, debería haber una media de 14 psiquiatras especializados, sin embargo, la media española está muy por debajo. Las CCAA con mayores índices son País Vasco (que tiene un ratio de 9,28), Cataluña y Navarra con una media de 6. Extremadura por ejemplo, cuenta con una ratio de 1,65.

Por su parte, Navarra y Cataluña son las dos comunidades que, según los datos recogidos a través de encuestas y entrevistas, presentan una mayor prevalencia de las patologías relacionadas con la Psiquiatría del Niño y del Adolescente (40,65 y 40,25 respectivamente). Sin embargo, el dato en Navarra puede presentar duplicidades por la derivación de los pacientes entre dispositivos. Y también, aclara el doctor Arango, pueden presentar ambas comunidades más incidencia por su calidad en los registros.

Por otra parte, las Comunidades que cuentan con asistencia para jóvenes menores de 18 años son Andalucía, Aragón, Islas Baleares, Islas Canarias, Cantabria, Castilla La-Mancha, Castilla y León, Cataluña, País Vasco, Extremadura, La Rioja y la Comunidad de Madrid. En Asturias, Galicia, Murcia y Navarra se limita hasta los 16 años y en la Comunidad Valenciana hasta los 14. Por ello, es fundamental, afirma el experto, consensuar realmente, y homogenizar cuál es la edad que pertenece a la etapa adolescente.

Del mismo modo, es fundamental una formación especializada y sobre todo, una homogenización en el sistema que asegure una atención adecuada para todos nuestros jóvenes. Las comunidades que dotan de una buena formación en este sentido son Madrid, Cataluña, País Vasco y Asturias, con una buena investigación y proyectos internacionales.
¿Es necesario adelantarse a la regulación de los bebés de diseño?
La manipulación genética inquieta y lo hace aún más si se plantea en fetos, aunque aún no haya nacido ningún niño con un cambio genético provocado por un científico. Un buen termómetro de esta inquietud reside en las publicaciones en las revistas científicas de referencia, no tanto en lo que a ensayos clínicos se refiere -aún inexistentes- sino en los editoriales y tribunas de opinión.

El debate se asoma hoy a las páginas de la revista Science, en la que el experto en Bioética Thomas Murray -expresidente del reputado Hastings Center y actualmente profesor en la Universidad Nacional de Singapur- pide que autoridades y sociedades científicas se pongan ya de acuerdo en cómo regular este espinoso asunto y pone de manifiesto que las opiniones son diversas y distan de estar encaminadas en la misma dirección.

La excusa es la reunión que sostuvo el pasado mes de febrero un comité de la FDA para considerar la posibilidad de llevar a cabo en un futuro ensayos clínicos con la tecnologías de manipulación mitocondrial, algo que ya ha aprobado Reino Unido, que permitirá la investigación para los llamados embriones de tres padres, con el objetivo de evitar la transmisión de enfermedades mitocondriales, patologías raras que no tienen curación en la actualidad. Estas técnicas tienen una característica que las dota de polémica: los cambios genéticos que se introducen pasan no sólo al niño que se concibe sino a las siguientes generaciones.

Aunque la FDA decidió finalmente no regular este asunto, para Murray es el momento de empezar "una conversación que hay que tener", no solo relativa a estas complicadas técnicas -son dos nuevos procedimientos, llamados transferencia del huso mitótico maternal y transferencia pronuclear-, sino a otras modificaciones que puedan dar lugar -tarde o temprano- a los temidos bebés de diseño, bien retratados en libros y películas como Un mundo feliz o Gattaca.

El autor se refiere, por ejemplo, a la patente concedida a la empresa 23andMe, una de las más pujantes en diagnóstico genético, para seleccionar donantes de gametos según cálculos genéticos, lo que permitiría a los padres seleccionar a un hijo teniendo en cuenta esto y los genes maternos, de forma que pudiera, por ejemplo, evitar la intolerancia a la lactosa o seleccionar cualquier otro rasgo fenotípico.

Aunque la empresa declaró que no iba a hacer uso de la patente todavía y que se trataba más bien de "proteger la propiedad intelectual", la polémica fue inevitable y, según el autor, pone de manifiesto cómo se puede empezar a hablar de la salud de un futuro hijo cuando éste ni siquiera existe.

Ecografía en cuatro dimensiones (4D) de un feto una semana antes del...Precisamente la FDA prohibió recientemente a esta misma empresa hacer publicidad de sus servicios de pruebas genéticas lo que, según ha reconocido su cofundadora Anne Wojcicki en The Guardian, ha ralentizado la entrada de nuevos clientes. En la misma pieza, Wojcicki se defiende de las críticas afirmando que su empresa busca la prevención por encima del enriquecimiento.

De dicha prohibición habla también esta semana un artículo en The New England Journal of Medicine. En él sus autores -George Annas y Shermas Elias- coinciden con la decisión de la FDA y hablan sobre la necesidad de saber las implicaciones reales de los resultados de un test genómico antes de ofrecerlo como un bien directo al consumidor.

"La FDA no está privando a la gente de información útil, solo está requiriendo a las empresas que quieran vender sus servicios de salud al público que demuestren lo que proclaman; en este caso, que los test consiguen lo que dice su publicidad", explican los investigadores.

En el artículo de Science, Murray no entra sin embargo a valorar la ética de la compañía, sino que hace hincapié en la necesidad de que autoridades regulatorias y colegios profesionales se pongan de acuerdo en este campo. Como ejemplo de que el consenso dista de ser tal, cita algo tan básico como la elección del sexo en la reproducción asistida, permitida en EEUU y prohibida en "al menos 36 países". Murray cita como la Sociedad Americana para la Medicina Reproductiva está a favor de esta práctica "por motivos sociales", mientras que la Academia Americana de Pediatría la rechaza a no ser que sea "para beneficio del niño".


Aunque el autor no se muestra muy esperanzado de que se vaya a producir pronto un debate en condiciones, utiliza su tribuna para pedirlo. Solo el tiempo dirá si el asunto se convierte en una prioridad o la tecnología se adelantará a la regulación.
Un escáner para aeropuertos más ágil, discreto y seguro
Los viajeros se han acostumbrado a llegar con antelación para pasar los controles antes de acceder a la zona de embarque, pues a menudo hay que esperar colas debido a la lentitud del proceso y a la frecuencia con la que los arcos que detectan objetos metálicos dan falsas alarmas que obligan a realizar cacheos. Por otro lado, los escáneres corporales digitales implantados sobre todo en EEUU permiten detectar también objetos no metálicos, pero han suscitado críticas porque los detalles de la anatomía del pasajero quedan expuestos a las miradas del personal de seguridad.

Un escáner que está siendo desarrollado por un consorcio liderado por la compañía española Alfa Imaging y financiado por la Comisión Europea, intenta dejar atrás los inconvenientes de los sistemas implantados en la actualidad.
Por un lado, este escáner denominado TeraScreen pretende agilizar los controles al reducir las falsas alarmas y requerir menor atención por parte de los vigilantes. Por otro, ofrece una imagen genérica computerizada del individuo, que ni muestra detalles anatómicos ni queda registrada para respetar su privacidad.

«Nuestro sistema se basa en la tecnología de las ondas milimétricas. A diferencia de otros escáneres, como los que usan rayos X, no emite radiación nociva para la salud», sostiene Fernando Allona, consejero delegado de la empresa Alfa Imaging.

No se trata de una tecnología nueva pues desde los años 70 se usa para ver en condiciones de baja visibilidad, por ejemplo, para que los helicópteros puedan aterrizar en el desierto si hay tormentas de arena.

Los ingenieros de esta empresa fundada en 2006 ya han puesto en marcha a la entrada de la base de la OTAN de Kandahar (Afganistán) un sistema pasivo de ondas milimétricas para detectar explosivos. Ahora están dando el salto al campo civil.

Su nuevo escáner combina un sistema pasivo y otro activo en varias frecuencias de ondas milimétricas y terahercios, que escanean al individuo mientras éste recorre sin detenerse un pasillo de entre tres y seis metros.

Las imágenes resultantes son procesadas automáticamente en tiempo real, mostrando en una pantalla la silueta. Si el escáner localiza algún objeto sospechoso adosado al cuerpo, indicará con un recuadro dibujado en la imagen el lugar en el que se encuentra.

Un sistema pasivo de ondas milimétricas detecta la radiación natural que los cuerpos emiten o reflejan, y la transforma en una señal eléctrica. Por ello, si el individuo lleva algún objeto adosado y escondido bajo la ropa, esa zona no emitiría calor y sería detectada por la cámara.

En aeropuertos de países como Reino Unido ya funcionan escáneres corporales de ondas milimétricas con un planteamiento parecido. Pero además de localizar objetos escondidos, el sistema TeraScreen avisará al vigilante del tipo de amenaza detectada con un código de colores: por ejemplo, el recuadro será rojo si es un objeto metálico, verde si se trata de un líquido o azul si es un producto en polvo. Así, sostiene Allona, será capaz de detectar armas fabricadas con cualquier material, explosivos plásticos y líquidos o drogas. Además, ya no será necesario que el pasajero se detenga, pues el control se realiza mientras camina, aumentando el flujo de personas.

Nuevos tipos de ataques

Los controles para detectar armas o explosivos se han ido extendiendo paulatinamente a otros lugares vulnerables a ataques, como centrales energéticas, plataformas petroleras, estaciones de tren, museos e incluso hoteles y hospitales en algunos países. Sin embargo, su lentitud impide que su uso se generalice en recintos multitudinarios, como estadios de fútbol, estaciones de autobús o salas de conciertos en los que también pueden existir amenazas para la seguridad.

Según Allona, su escáner propiciará la implantación de controles en este tipo de instalaciones. Calcula que permitirá el paso de unas 400 personas por hora, más del doble que con los sistemas disponibles en la actualidad. Aunque el precio actual de estos sistemas de seguridad está en los 100.000 y 200.000 euros, su objetivo es llegar a ofrecer sus escáneres por debajo de los 50.000 euros.

El proyecto TeraScreen, que comenzó a desarrollarse a mediados de 2013 y concluirá en 2016 con una demostración de su viabilidad en el aeropuerto de Bristol (Reino Unido), cuenta con un presupuesto de 4,8 millones de euros. La mayoría procede de la Comisión Europea, que lo ha incluido en su Séptimo Programa Marco de la UE de Seguridad.

En diciembre de 2001, el fallido intento por parte del denominado terrorista del zapato de hacer explosionar un avión en pleno vuelo de París a Miami puso de manifiesto la insuficiencia de los arcos que detectan metales y de las normas de seguridad que acababan de implantarse tras los atentados terroristas del 11-S.

En 2006 se logró abortar un plan para explosionar varios aviones usando líquidos, lo que condujo a la controvertida normativa que limita estos productos en el equipaje de mano y obliga a llevarlos en una bolsita de plástico. Y en diciembre de 2009, otro intento de ataque con explosivos escondidos en un avión que cubría la ruta Amsterdam- Detroit recordó que hacen falta sistemas más versátiles que detecten todo tipo de sustancias potencialmente peligrosas.


Desde entonces los Estados de la UE han probado diversos escáneres para adaptarse a los nuevos métodos de los terroristas teniendo en cuenta varias condiciones: que no sean dañinos para la salud, que se respete la privacidad de los pasajeros situando en otra sala a los vigilantes cuando sea necesario, que no se registren las imágenes y que se pueda optar por un control manual.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Confirman que el Sol se ‘apagó’ durante la ‘Pequeña Edad de Hielo’
Como reflejan cuadros, crónicas y hechos históricos, Europa vivió entre los siglos XIV y XVIII una concatenación de crudísimos inviernos que arruinó cosechas y extendió el hambre entre sus habitantes. De hecho, a esta época se la conoce como “Pequeña Edad de Hielo”.

Una investigación publicada por la revista Nature Geoscience refuerza la hipótesis de que el máximo responsable fue el Sol, que experimentó una acusada caída en su actividad durante aquella época.

Dirigidos por Paola Moffa-Sánchez, científicos de la Universidad de Cardiff (Gran Bretaña) y Berna (Suiza) han llegado a esta conclusión tras analizar microorganismos fosilizados en el fondo marino al sur de Islandia.
“Analizando la composición química de estos vestigios, que vivieron en la superficie del océano, podemos reconstruir la temperatura y la salinidad del agua en los últimos 1.000 años”, ha declarado Moffa-Sánchez.
De ese modo han podido cotejar los cambios ambientales del Atlántico Norte con el registro de manchas solares, que son un indicador del humor de nuestra estrella: a menos “pecas” en su superficie, menos actividad.

Tras introducir todos los datos en modelos climáticos computerizados, el escenario resultante es que el enfriamiento del Sol generó una zona de altas presiones junto a las islas británicas, barrera que cortó el paso a los suaves vientos del oeste. Y sin el contrapeso de estas corrientes calefactoras, el aire gélido del Ártico campó a sus anchas durante los inviernos de la Pequeña Edad de Hielo, algo parecido a lo ocurrido en 2010 y 2013.


Presentan por primera vez una terapia génica segura y eficaz para el tratamiento del VIH
La erradicación del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) parece estar cada vez más cerca de convertirse en una realidad. Un equipo de investigadores de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) ha desarrollado una tecnología denominada “nucleasa de dedos de zinc” (ZFN), que es capaz de buscar una secuencia de ADN concreta y fulminarla. Los resultados de este pionero trabajo han sido publicados en la revista New England Journal of Medicine.

El método consiste en “editar el genoma”, eliminando algunas células de la secuencia de ADN que codifican el gen CCR5, cuya mutación CCR5-delta32- aparece de forma natural en algunas personas, haciéndolas inmunes a la infección por VIH (aunque solo el 1% de la población lo tiene). La “herramienta” que se utiliza para esta terapia génica es una proteína sintética desarrollada por la compañía Sangamo BioScience, que, una vez dentro de la célula, es capaz de localizar una secuencia de ADN determinada y eliminarla.

Para el estudio, los investigadores seleccionaron a 12 pacientes seropositivos que se encontraban siguiendo un tratamiento para controlar la infección por VIH. A la mitad no se le retiró la medicación que tomaba por estar en un estado de infección avanzado. A todos ellos se les transfirieron sus propias células, modificadas genéticamente, eso sí.


Ninguno de los pacientes presentó efectos secundarios graves y se observó que las células modificadas sobrevivían sin problemas en presencia del virus. En los pacientes que continuaron tomando la medicación se observó un incremento de los CD4, un marcador de que el sistema inmunológico mejora. Además, en cuatro de los sujetos a los que se les retiró el tratamiento se observó una disminución considerable del virus. Así pues, esta terapia génica conforma una gran esperanza para conseguir tanto eliminar el virus, como la erradicación definitiva del VIH.
Demasiada proteína en la edad adulta es tan mala como fumar 
A pesar de que una dieta alta en proteínas puede ayudarnos a corto plazo a perder peso y también grasa, dos nuevos estudios concluyen que a largo plazo el exceso de proteínas puede afectar a nuestra salud y reducir nuestro tiempo de vida. Sendos estudios han sido publicados en la revista Cell Metabolism.

El primer estudio, dirigido por un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California (EEUU) se basó en el análisis de los datos de una encuesta que valoraba la salud y la dieta de más de 6.800 individuos. Los investigadores definieron que una dieta era alta en proteínas cuando al menos el 20% de las calorías consumidas procedían de las proteínas. El examen de los resultados demostró que el consumo de una gran cantidad de proteínas estaba vinculado a un mayor riesgo de cáncer, diabetes y de muerte en adultos de mediana edad (sobre todo cuando las proteínas no procedían de vegetales).

El segundo estudio vino de la mano de un equipo de expertos de la Universidad de Sídney (Australia), quienes analizaron los efectos de 25 tipos de dietas distintas en cientos de ratones para ver cómo les afectaban los diferentes tipos de proteínas, grasas y carbohidratos y también las desiguales cantidades de comida, a su salud metabólica, envejecimiento y vida útil. La conclusión del estudio con ratones determinó que las dietas altas en carbohidratos y bajas en proteínas estaban vinculadas con una vida más larga.


Los dos estudios sugieren que no solo se trata de establecer mesura en las calorías de los alimentos, sino también en la composición de la dieta, sobre todo en términos de cantidad y del tipo de proteína que se consume, si lo que queremos es tener una vida saludable y longeva.