Cuando la fertilidad marca el futuro de la
pareja
Lo saben bien
quienes han tenido problemas para tener un hijo. La infertilidad genera en
muchas ocasiones estrés, alteraciones psicológicas y tensiones en las parejas.
¿Pero hasta qué
punto influye en el futuro de la relación? Un estudio danés acaba de analizar
la cuestión y su conclusión es la siguiente: las parejas que no consiguen
concebir tras someterse a terapias de fertilidad tienen hasta tres veces más
posibilidades de romper que las que sí logran dar a luz un vástago.
Trille Kristina
Kjaer, investigadora de la Sociedad Danesa del Cáncer, decidió poner en marcha
esta investigación después de comprobar que ningún trabajo había analizado
previamente a fondo esta cuestión. Para el análisis, se valió de los completos
registros de datos que realiza habitualmente Dinamarca.
Así, a través del
Registro Nacional de Pacientes, identificó a 47.515 mujeres que habían pedido
ayuda médica por infertilidad entre 1990 y 2006. Después, gracias a una
estadística que el estado realiza anualmente sobre el estado civil de sus
ciudadanos -y que cuenta con datos muy detallados de la población- su equipo
realizó un seguimiento sobre si estas mujeres seguían con sus parejas o se
habían separado (tuvieron en cuenta tanto los divorcios como el que hubieran
dejado de vivir con su compañero). Además, también analizaron cuántos bebés
habían nacido en el tiempo de estudio.
"Este
análisis no hubiera sido posible sin unos registros como los daneses, que son
únicos, si bien también nos encontramos con limitaciones importantes, ya que no
pudimos analizar la información relacionada con las adopciones", señala
Kjaer a EL MUNDO.
La investigación
La investigación
puso de manifiesto que el 57% de las mujeres analizadas dio a luz , mientras
que el 43% no lo consiguió. Y, al tener en cuenta si estas féminas vivían o no
en pareja en los 12 años siguientes a haber recibido un tratamiento de
fertilidad, los investigadores comprobaron que las tasas de separación eran
considerablemente más altas entre aquellas que no se habían convertido en
madres.
Los datos
obtenidos, subrayan los investigadores en las páginas de la revista Acta
Obstetricia et Gynecologica Scandinavica, señalan que "la falta de hijos
en común puede contribuir a la decisión de una pareja de disolver su matrimonio
o relación".
Aunque reconocen
que su trabajo tiene limitaciones y que nuevos estudios deberían tener también
en cuenta el bienestar previo de la pareja y la calidad de las relaciones, los
investigadores subrayan que sus datos tienen implicaciones a tener en cuenta a
la hora de abordar un proceso como el de la reproducción asistida.
"Las mujeres
con problemas de fertilidad deberían reconocer el estrés que genera esta
circunstancia y la desilusión que puede aparecer si el tratamiento falla, de
forma que puedan tener esto en cuenta o iniciar una terapia psicológica de
forma temprana que pueda prevenir algunas de las rupturas", subraya Kjaer.
Coincide con su
punto de vista Christina Bergh, profesora del departamento de Obstetricia y
Ginecología del Hospital de Sahlgrenska (Suecia), quien considera que estos
datos también deberían valorarse por todos aquellos "que tratan con
parejas que sufren infertilidad, particularmente en los casos en los que el
tratamiento no tiene éxito".
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