En lugar de gas, una aldea de 2.300 años de
antigüedad
Cuando un país construye un gasoducto toma en cuenta muchos
parámetros, obstáculos y posibilidades. Factores económicos, datos topográficos
o criterios vinculados al Medio Ambiente, por ejemplo. Pero cuando la empresa
estatal de gas israelí diseñó una gran tubería en las afueras de Jerusalén en
un ambicioso proyecto de 35 kilómetros no tuvo en sus cálculos toparse con una
aldea de 2300 años de antigüedad.
Según la Autoridad de Antigüedades de Israel, la estructura
que ha sorprendido a los responsables de la compañía de gas- y hecho las
delicias de los arqueólogos- es una comunidad rural habitada durante dos siglos
en la época del Segundo Templo de Jerusalén.
Sus restos se encontraron a medida que avanzaban las obras y
constituyen un aliciente más para los que viajan de la santa Jerusalén a la
pecadora Tel Aviv. Aunque evidentemente este descubrimiento ofrece un valor más
importante ya que ofrece nuevos datos de la vida rural hace dos milenios.
"Teniendo en cuenta la cantidad de monedas y utensilios,
se trata de una gran comunidad en la dinastía asmonea. Aún no podemos decir que
era una aldea judía ya que estamos sólo al principio de la investigación",
explica a ELMUNDO la directora de las excavaciones, la arqueóloga israelí Irina
Zilberbod. Los trabajos en el terreno indican que la aldea tuvo su mayor apogeo
en el siglo III A.C (período helenístico) cuando el reino de Judea quedó
sometido al imperio seléucida a la muerte de Alejandro Magno.
Al día siguiente del anuncio, en los alrededores del
yacimiento se habla del hallazgo. "¿Una aldea de 2300 años? No sé por qué
se sorprende. Estamos en la tierra de Israel", responde Gideon Mashum
cerca del lugar situado al sur de la cooperativa Neve Shalom (Oasis de Paz),
fundada y dirigida de forma conjunta por judíos y árabes. Conversamos cerca de
la Carretera Burma que en el 48 fue empleada por los soldados para romper el asedio
de Jerusalén en la guerra de Independencia de Israel (1948).
La superficie de 750 metros cuadrados presenta huellas de
casas de piedra unidas por pequeños corredores. Según nos cuenta Zilberbod,
"la estructura está ordenada en habitaciones, un pequeño patio interior e
instalaciones agrícolas. Cada una supuestamente albergaba una familia".
Entre los hallazgos, utensilios de cerámica para cocinar. Los viñedos de la
zona fueron uno de los sustentos de la aldea
"De las más de 60 monedas que hemos encontrado, 50 son
del periodo asmoneo. Es una gran cantidad ya que sólo hemos excavado un tercio
del lugar", añade. Su equipo ha descubierto entre las paredes de las
milenarias viviendas restos de cerámica que posiblemente datan de los reinados
de Antíoco III y Alejando Janneo.
A 280 metros de altura sobre el nivel del mar, el escenario
despierta preguntas como por ejemplo ¿por qué fue abandonada por sus
habitantes? Según el arqueólogo Yuval Baruj, los residentes de las aldeas
colindantes a Jerusalén siguieron en esa época la llamada de Herodes para
trabajar en sus ambiciosos proyectos en la ciudad. Como en el siglo XXI, la
razón entonces de la emigración fue económica.
Tras 20 años y 150 excavaciones bajo su batuta en una tierra
de secretos arqueológicos y revelaciones bíblicas, Zilberbod afirma que no es
lo más sorprendente encontrado. "Estos años, hemos descubierto por ejemplo
una llave de la época del Segundo Templo, lápidas de la era del Rey Salomón,
etc", recuerda
¿Y ahora qué? "Debemos trabajar en el lugar para que se
pueda abrir al gran público. Hemos hablado con la compañía de gas para
convertirlo en un centro turístico". Así será. "Ya hemos instalado la
tubería debajo del lugar para que los ciudadanos puedan visitarlo",
responde a este diario el portavoz de la empresa de gas, Ishai Ashlagi. 2300
años después, la aldea agrícola tendrá un gasoducto.
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