Genómica sintética: una
nueva arma contra las enfermedades
En general, la
genética se utiliza para mirar hacia atrás: observamos un efecto fenotípico,
por ejemplo una enfermedad que está presente en un paciente pero no en sus
padres o hermanos, y luego tratamos de establecer cuál es la razón genética
subyacente de la enfermedad. Esencialmente buscamos regiones del genoma donde
el perfil genético del paciente difiera de otros miembros de su familia, pero
debido a que los genomas son tan grandes y complejos, la identificación de los
genes puede ser muy difícil.
Hoy en día,
gracias al uso de las nuevas tecnologías genómicas, la identificación de los
genes responsables de una característica es una tarea relativamente sencilla.
Sin embargo, la mayoría de los genes no actúan de forma independiente, sino que
interactúan entre sí de una manera muy compleja que todavía no entendemos bien
y para complicar aún más las cosas también influyen los factores ambientales.
La genómica
sintética le da la vuelta a este punto de vista; genera partes de un genoma en
un tubo de ensayo para insertarlas en un organismo. En 2010 Craig Venter, uno
de los protagonistas de la biología sintética, demostró que podía sintetizar un
genoma químicamente e insertarlo en una bacteria recipiente, previamente
vaciada de su código genético, dando lugar a una célula viva de origen
sintético. El trabajo de Shrinivasan Chandrasegar va un paso más allá.
Con la ayuda de un
grupo de estudiantes de la Universidad John Hopkins, ha creado un cromosoma
sintético de Saccharomyces cerevisiae (una levadura utilizada en la producción
de vino y pan) y lo ha insertado en el organismo original. Esta cepa de
levadura es un organismo modelo común que se utiliza en los laboratorios de
todo el mundo ya que es fácil de manejar y mantener.
Lo interesante de
este cromosoma sintético es que está diseñado de manera que sus partes pueden
encenderse y apagarse según se desee, lo que permite un estudio mucho más
profundo de las interacciones entre los diferentes elementos funcionales del
cromosoma.
El trabajo prueba
que la inserción de cromosomas funcionales en un organismo superior es posible
sin poner en peligro su viabilidad. Su plan a largo plazo es reemplazar todos
los cromosomas de levadura por equivalentes sintéticos para conseguir un
sistema en el que las piezas se puedan encender y apagar a voluntad, con el fin
de obtener una mejor comprensión de cómo funcionan unos sistemas tan complejos
como los genomas.
El estudio es
especialmente interesante ya que puede implicar un beneficio para la
investigación de las enfermedades humanas ya que actualmente la comprensión de
cómo los genes interactúan se basa en estudios con este tipo de levadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario