BP vaticina que las emisiones de CO2 se dispararán un 29% en
2035
La compañía
británica BP vaticina que las emisiones de CO2 se dispararán un 29% de aquí al
2035, según un informe interno difundido por The Guardian. El estudio reconoce
que las explotaciones de gas pizarra por el controvertido método del
"fracking" (fractura hidráulica), aunque menos contaminantes que el
carbón, no tendrán apenas efecto en la lucha contra el cambio climático.
El análisis de BP
-responsable del vertido en el Golfo de México en el 2010- ha coincidido con la
difusión del borrador del próximo informe del Panel Intergubernamental del
Cambio Climático de la ONU, que advierte que las emisiones subieron en la
última década al ritmo del 2,2% anual y que crecerán incluso a mayor ritmo, a
menos que se acelere la transición hacia las energías renovables.
Las inversiones en
renovables han experimentado sin embargo la segunda gran caída continuada desde
el 2011, cuando tocó el techo de 233.000 millones de euros. El año pasado se
invirtieron 186.000 millones, principalmente en eólica y solar, según datos del
Ceres Investor Network.
La "marcha
atrás" de la renovables es especialmente preocupante en Europa, donde las
inversiones han caído un 41%, pese al tirón de Alemania. España ha pasado de
ocupar el podio europeo a encabezar el ranking de países con una mayor caída de
las inversiones en renovables (un 96% en el 2013, según Bloomberg News).
El reciente informe
de BP, uno de los primeros gigantes energéticos en dar "marcha atrás"
en su apuesta por las renovables, concluye que el principal cambio en la tarta
energética de las dos próximas décadas lo constituirá la irrupción del gas
pizarra. Precisamente, la compañía pionera en prospecciones de
"fracking" en el Reino Unido, Cuadrilla Resources, está capitaneada
por Lord John Philip Browne, el mismo que acuñó el término de Beyond Petroleum
y que lideró el lavado de cara 'verde' de la petrolera británica.
'Fracking'
En su informe
interno, BP tira por tierra las alegaciones (defendidas entre otros por el
presidente Obama), de que el "fracking" va a servir para recortar las
emisiones de CO2. Según el estudio, el carbón que ha dejado de quemar Estados
Unidos desde que estalló la fiebre del gas pizarra se ha exportado a otros
países y ha contribuido indirectamente a aumentar las emisiones. De hecho, la
demanda mundial de carbón ha crecido hasta máximos históricos, impulsado por la
demanda en países emergentes como China.
"La defensa
del gas pizarra como alternativa está haciendo agua", ha declarado a The
Guardian Tony Bosworth, portavoz de energía de Amigos de la Tierra. "Los
expertos han empezado a reconocer que no sólo no servirá para abaratar las
factura de la luz, sino que tampoco va a servir para cortar las
emisiones".
"La única
manera de combatir el cambio climático es apostar por la eficiencia energética
y acelerar la transición a las renovables", sostiene Bosworth. "El
"fracking" es sólo una distracción que nos desvía de nuestros
objetivos para evitar que el clima del planeta sea incontrolable"
El primer ministro
británico, David Cameron, anunció sin embargo la semana pasada que el Reino
Unido tendrá el régimen fiscal más favorable al "fracking" y prometió
grandes incentivos económicos a los pueblos donde se lleven a cabo las
prospecciones. Hasta el 64% de la campiña inglesa podría ser perforada a la
busca del "maná" del gas pizarra.
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