domingo, 26 de enero de 2014

La lepra sigue sin erradicarse y la cifra de infectados sube en India
Nazma tenía 12 años cuando un día se hirió en el pie y no se percató. Las bacterias de la lepra se abrieron paso en su sistema nervioso y cuando la herida se hizo más profunda y comenzó a supurar, su madre la llevó desde su aldea, en Uttar Pradesh, a un hospital. Durante tres años recibió tratamiento médico sin que se le comunicara que tenía lepra. "Cuando recibí el diagnóstico, tanto mi familia como yo estábamos destrozados", recuerda ahora, con 38 años.

"Los vecinos del pueblo dijeron: hay que separarla, hay que lavar su ropa por separado, necesita un plato sólo para ella que nadie más podrá utilizar", relata Nazma, mientras las lágrimas ruedan por sus mejillas.

A pesar de que fue tratada con éxito, en su cuerpo seguían saliendo heridas y úlceras tan pronto como abandonaba el hospital y regresaba a la aldea. En la actualidad ha perdido todos los dedos del pie izquierdo. "Mi familia me apoyó, pero el resto del pueblo se preguntaba: ¿Por qué se trata en casa a una enferma de lepra?". Entonces decidió casarse con otro enfermo y formar una colonia de leprosos.
Prótesis de una pierna en un hospital de leprosos. 
India tal vez sea una potencia económica emergente, pero cada año 130.000 personas se contagian de lepra en la nación del subcontinente asiático. Esa cifra es más de la mitad de los nuevos casos de infección en todo el mundo. Y además los enfermos siguen siendo objeto de una gran discriminación. "Cuando le digo a mi gente que trabajo en una colonia de leprosos todos dicen asombrados: ¿Qué? Quedan impresionados", comenta la profesora Teresa Prashanti.

El temor y los prejuicios están tan extendidos que la mayoría de los indios enfermos de lepra viven en las cerca de un millar de colonias que existen en el país. "Antes, la mayoría de ellos salían a la calle a pedir", relata Henry Samuel, director del programa "Pueblo de Esperanza" en la periferia de Delhi. La Hope Foundation ayudó a los residentes con cursos de costura o computación y otorgó microcréditos con los que los residentes se pudieron comprar "rickshaws" y abrir pequeños negocios. Ahora, el millar de familias que viven en la colonia pueden mantenerse.

Durante mucho tiempo, la cifra de nuevos contagios fue remitiendo. Hace más de 30 años se descubrió un nuevo tratamiento, pero luego hubo una relajación y ahora la Organización Mundial de la Salud vuelve a registrar un aumento de contagios.

En teoría habría que invertir de nuevo mucho dinero para seguir investigando, pues los científicos reconocen que en realidad se sabe poco de la lepra, sobre todo cómo se transmite exactamente. Y una de las razones por las que se ha dejado de investigar la enfermedad es porque se ha erradicado en los países industrializados, por lo que falta un mercado rentable para las farmacéuticas.

India es, debido a varias razones, uno de los países más afectados por la lepra, señala K.S. Baghotia, el responsable del tratamiento a la enfermedad en Nueva Delhi. "Las relaciones familiares son muy fuertes, y cuando uno enferma, el resto se contagia".

Además, cientos de millones de personas en India no tienen suficiente para comer, con lo que su sistema inmune está débil y se pueden contagiar fácilmente.


A pesar de todo, la lepra ha dejado de ser un diagnóstico terrible, señala Baghotia. Un paciente de lepra no tiene dolores, no le pica, la enfermedad es fácilmente reconocible y se puede curar por completo, además el tratamiento es gratuito, agregó. "En un programa de televisión me pidieron que escogiera una enfermedad y yo dije: lepra".

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