lunes, 25 de noviembre de 2013

Europa lanza la misión Swarm para explorar el debilitado campo magnético de la Tierra
La misión Swarm, formada por tres satélites, ha despegado con éxito desde el cosmódromo de Plesetsk (Rusia), con el objetivo de estudiar los procesos que ocurren en el interior de la Tierra, comprender mejor su campo magnético y por qué, según parece, éste se está debilitando.

El lanzamiento ha tenido lugar a las 14.02 horas (hora peninsular española) a bordo de un cohete Rockot y, si bien el despegue ha ido según lo previsto, hubo que esperar alrededor de una hora y media para oír los primeros aplausos en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA), en Darmstadt (Alemania).

Recreación artística de la misión Swarm.Y es que una de las fases más críticas de este lanzamiento ha sido el momento en el que los tres satélites se han separado del lanzador -dos en un primer lugar y el tercero minutos después-. Esto y las primeras señales de los satélites se han recibido aproximadamente una hora y media tras el despegue.

"Estoy muy satisfecho y deseo larga vida a los niños de Swarm", ha señalado Jean-Jeacques Dordoain, director general de la ESA.

Esta misión se controla desde el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA (ESOC) en Darmstadt, a través de la estación de seguimiento de Kiruna (Suecia). Hoy en Alemania unas cien personas trabajan en este lanzamiento, ha concretado a los periodistas Ferri.

Órbitas en paralelo

Swarm medirá las señales magnéticas emitidas por el núcleo, el manto, la corteza, los océanos, la ionosfera y la magnetosfera de la Tierra, y comenzará a enviar datos -diariamente- en unos tres meses. Esta misión de la ESA está formada por tres satélites idénticos, dos de ellos orbitarán en paralelo, decayendo de forma natural desde una altitud inicial de 460 a 300 kilómetros a lo largo de cuatro años, y el tercero se mantendrá a una altitud de 530 kilómetros.

El campo magnético es como una "enorme burbuja que nos protege de la radiación cósmica y de las partículas cargadas que bombardean la Tierra a través del viento solar", ha señalado la ESA en un comunicado. Sin este escudo protector, la atmósfera no existiría como tal y la vida en el planeta sería prácticamente imposible, según la ESA.

No obstante, aún bajo esta protección, las tormentas solares y las partículas que éstas eyectan pueden eventualmente llegar a la Tierra y ocasionar, por ejemplo, interrupciones en las comunicaciones. El campo magnético terrestre se encuentra en un estado de continua evolución y su intensidad varía constantemente. Últimamente, según la ESA, parece estar debilitándose de forma considerable (los expertos hablan de entre un 10 y un 15 % en los últimos 150 años).


Precisamente Swarm, con tecnología europea y canadiense, ayudará a comprender mejor cómo funciona el planeta.

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