¡Se acerca el cometa!
El 21 de septiembre de 2012, utilizando un pequeño telescopio
reflector de 40 cm de diámetro en el observatorio ISON (International
Scientific Optical Network) cerca de la ciudad rusa de Kislovodsk, Vitali
Nevski y Artyom Novichonok descubrieron un cometa que pronto se revelaría como
excepcional y que en seguida se designó con el nombre del observatorio en el
que se descubrió: el cometa ISON.
El ISON es un cometa notable. La comparación de las imágenes
de su descubrimiento con imágenes de archivo tomadas en otros observatorios (en
las que no se había visto inicialmente) permitió calcular una órbita
hiperbólica, muy diferente de las órbitas elípticas de los planetas y de los
cometas periódicos. Su órbita hiperbólica indica que este cuerpo salió de los
confines del Sistema Solar para aproximarse una única vez al Sol y regresar
después, y para siempre, a la región lejana de la que procede. Se han conocido
muchos otros cometas no periódicos con órbitas similares que son destruidos
cuando pasan 'rasando' el Sol. La órbita del ISON debía llevarlo a tan sólo un millón
de kilómetros sobre la superficie de la estrella pero como este cometa es muy
grande, tiene un tamaño estimado de unos 5 kilómetros, parece plausible que
sobreviva a la aproximación.
Un cometa rasante al Sol observado por el SOHO en 1996. |
LASCO/SOHO/NRL/ESA/NASA
El telescopio espacial de observación solar SOHO, gracias a
una técnica que permite enmascarar la imagen del disco solar para observar los
detalles de sus proximidades, ha conseguido observar más de un millar de estos
cometas rasantes, muchos de los cuales son cometas suicidas que terminan sus
vidas desintegrándose y precipitándose sobre el Sol.
Algunos medios de comunicación anunciaron el descubrimiento
del ISON creando una gran expectación, llegando a pronosticar que el cometa
llegaría a ser "tan brillante como la Luna llena". Sin embargo,
muchos astrónomos profesionales consideraron exageradas estas predicciones y
alertaron de que era difícil comparar este cometa, único en muchos aspectos,
con otros cometas previos.
La predicción de la luminosidad de un cometa resulta muy
difícil. Para que sea muy luminoso, hace falta que sea de gran tamaño y que se
acerque mucho al Sol. Pero al acercase demasiado, las fuerzas de marea que el
Sol ejerce sobre el cometa (básicamente las diferencias entre la atracción
gravitatoria de las regiones más cercanas al Sol y las más alejadas) pueden
llegar a romper el cometa en pedazos y hacer que se evapore completamente.
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