domingo, 3 de noviembre de 2013

¡Se acerca el cometa!
El 21 de septiembre de 2012, utilizando un pequeño telescopio reflector de 40 cm de diámetro en el observatorio ISON (International Scientific Optical Network) cerca de la ciudad rusa de Kislovodsk, Vitali Nevski y Artyom Novichonok descubrieron un cometa que pronto se revelaría como excepcional y que en seguida se designó con el nombre del observatorio en el que se descubrió: el cometa ISON.
  
El ISON es un cometa notable. La comparación de las imágenes de su descubrimiento con imágenes de archivo tomadas en otros observatorios (en las que no se había visto inicialmente) permitió calcular una órbita hiperbólica, muy diferente de las órbitas elípticas de los planetas y de los cometas periódicos. Su órbita hiperbólica indica que este cuerpo salió de los confines del Sistema Solar para aproximarse una única vez al Sol y regresar después, y para siempre, a la región lejana de la que procede. Se han conocido muchos otros cometas no periódicos con órbitas similares que son destruidos cuando pasan 'rasando' el Sol. La órbita del ISON debía llevarlo a tan sólo un millón de kilómetros sobre la superficie de la estrella pero como este cometa es muy grande, tiene un tamaño estimado de unos 5 kilómetros, parece plausible que sobreviva a la aproximación.

Un cometa rasante al Sol observado por el SOHO en 1996. | LASCO/SOHO/NRL/ESA/NASA
El cometa ISON observado por el Hubble el 9 de octubre de 2013. |El telescopio espacial de observación solar SOHO, gracias a una técnica que permite enmascarar la imagen del disco solar para observar los detalles de sus proximidades, ha conseguido observar más de un millar de estos cometas rasantes, muchos de los cuales son cometas suicidas que terminan sus vidas desintegrándose y precipitándose sobre el Sol.

Algunos medios de comunicación anunciaron el descubrimiento del ISON creando una gran expectación, llegando a pronosticar que el cometa llegaría a ser "tan brillante como la Luna llena". Sin embargo, muchos astrónomos profesionales consideraron exageradas estas predicciones y alertaron de que era difícil comparar este cometa, único en muchos aspectos, con otros cometas previos.


La predicción de la luminosidad de un cometa resulta muy difícil. Para que sea muy luminoso, hace falta que sea de gran tamaño y que se acerque mucho al Sol. Pero al acercase demasiado, las fuerzas de marea que el Sol ejerce sobre el cometa (básicamente las diferencias entre la atracción gravitatoria de las regiones más cercanas al Sol y las más alejadas) pueden llegar a romper el cometa en pedazos y hacer que se evapore completamente.

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