sábado, 14 de diciembre de 2013

'Curiosity' halla indicios de un lago que pudo albergar vida microbiana
Había una vez en Marte un lago que pudo albergar algún tipo de vida microbiana. Ocurrió hace unos 3.600 millones de años en la denominada Bahía Yellowknife, en el cráter Gale, cerca del ecuador marciano. Se trata de uno de los últimos hallazgos de Curiosity, el vehículo robótico de la NASA que desde que llegó al Planeta Rojo, en agosto de 2012, está perforando el subsuelo y analizando rocas para buscar indicios de vida en el pasado.

Los datos que está recabando el rover mantienen ocupados a un gran número de equipos investigadores de diversos países. De hecho, ésta es sólo una de las seis investigaciones sobre Curiosity que publica esta semana la revista Science. El vehículo de la NASA será también uno de los protagonistas del Congreso de otoño que la American Geophysical Union celebra estos días en San Francisco (California, EEUU), donde se expondrán y se debatirán sus últimos resultados científicos.

La ilustración muestra la posible extensión del lago en el Cráter...Mosaico de imágenes de la Bahía Yellowknife, donde creen que hubo un lago. SCIENCE Mosaico de imágenes de la Bahía Yellowknife, donde creen que hubo un lagoSCIENCE
No es la primera vez que se encuentran indicios de la presencia de agua tras analizar rocas marcianas. Anteriormente, el mismo equipo que firma este estudio, junto con otros investigadores del MSL (Mars Science Laboratory), los habían hallado en conglomerados aunque, según explican, este nuevo trabajo es el que ofrece más pruebas sobre la posibilidad de que Marte estuviera habitado en el pasado. También se han hallado rocas que mostraban indicios de que fueron talladas y moldeadas por corrientes de agua, como ríos o arroyos.

Un lago de agua dulce

Los científicos que firman el estudio sobre el lago marciano se basan en el análisis de una serie de rocas sedimentarias llamadas lutitas, que suelen formarse en aguas tranquilas.

Los investigadores creen que se trataría de un lago de agua dulce, con baja salinidad y un pH relativamente neutro que debía contener elementos como carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, sulfuro y fósforo. Un lago de estas características, sostienen, reuniría las condiciones perfectas para que se diera vida microbiana muy simple, como los llamados quimiolitoautótrofos.


Se trata de unos microbios que en la Tierra se encuentran con facilidad en cuevas y cerca de fumarolas hidrotermales. Estos organismos obtienen energía de la oxidación de compuestos inorgánicos que encuentran en rocas y minerales.

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