La Tierra pudo 'enviar'
vida a las lunas de Júpiter y Saturno
Rocas desprendidas de la Tierra podrían haber llevado la vida
a las lunas de Júpiter y Saturno, según un estudio, publicado en
'Astrobiology', llevado a cabo por un equipo internacional de científicos. Esta
investigación pretende alertar a los expertos de que, si hayan vida en esas
lunas, deberán contemplar la posibilidad de que se trate de vida procedente de
otros planetas y no fuentes originadas en el propio mundo.
La idea de que la vida se puede propagar a través del espacio
es conocida como panspermia. Una clase de la panspermia es la litopanspermia,
aquella que determina que la vida puede viajar en las rocas que se desprenden
de superficie de los mundos. Si estos meteoritos portan suficientes organismos,
estos podrían sembrar vida en otro planeta o en una luna.
Aunque podría parecer descabellada, algunos estudios
realizados apuntan a que la litopanspermia es posible. Por ejemplo, más de 100
meteoritos procedentes de Marte han sido descubiertos en la Tierra. Son rocas
que se despegaron del planeta rojo y que acabaron estrellándose en su planeta
vecino.
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos han
realizado simulaciones por ordenador. Esta práctica mostró que hay materia que
despegó de la Tierra por impactos cósmicos y que pudo haber escapado a la
atracción de la gravedad del planeta, aterrizando en la Luna. También se ha
determinado que miles de millones de años de polvo de la Tierra pueden haber
acumulado en la superficie lunar unas 22 toneladas de material terrestre en 100
kilómetros cuadrados.
Una vez obtenidos estos resultados, los científicos
extendieron la investigación a las lunas de Júpiter y a las lunas de Saturno,
algunas de las cuales se barajan como posibles portadores de vida, por la
presencia de hielo en ellas.
Así, la autora principal, Rachel Worth, ha destacado que,
"durante el trabajo, se ha realizado la simulación de más de 100.000 fragmentos
individuales" desprendidos de la Tierra y Marte. La mayoría de estos
meteoritos se estrellaron de nuevo en su planeta de origen, otros fueron
tragados por el sol, mientras que otra parte acabó golpeando planetas hacia el
interior del Sistema Solar (Venus y Mercurio). Sin embargo, también hubo una
pequeña fracción de meteoritos golpeó planetas hacia los planetas más lejanos a
la estrella.
Los investigadores calculan que, en el transcurso de los 3.500
millones años que se conoce que la Tierra ha tenido vida, se han 'producido'
unos 200 millones de meteoroides suficientemente grandes como para llevar la
vida hasta el espacio. También estimaron que, 800 millones de este tipo de
rocas fueron expulsadas de Marte durante el mismo período. Esta diferencia de
cifras se debe a la menor gravedad que posee el planeta rojo con respecto a la
Tierra.
De todos ellos, se ha calculado que 83.000 meteoritos de la
Tierra y 32.000 de Marte podrían haber golpeado Júpiter después de viajar 10
millones de años, o menos.
Además, aproximadamente 14.000 rocas de la Tierra debería
haber golpeado Saturno, al igual que unas 20.000 de Marte.
Dado que las lunas de esos mundos gigantes están relativamente
cerca de sus planetas, muchos de los impactos podrían "salpicar" a
los satélites, según ha apuntado la autora. Además, han calculado que las lunas
de Saturno Titán y Encélado, y lunas de Júpiter Io, Europa, Ganímedes y
Calisto, han sufrido entre uno y 10 impactos, tanto de la Tierra y de Marte.
"Estos hallazgos sugieren la posibilidad de transferencia
de la vida desde el interior del sistema solar a las lunas exteriores, aunque
es muy poco frecuente, en la actualidad no se puede descartar", ha
señalado Worth.
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