viernes, 6 de diciembre de 2013

Lactancia materna, un seguro de vida en Filipinas
Unicef y la Organización Mudial de la Salud (OMS) ha pedido este jueves a todos aquellos responsables de atender a las víctimas del desastre del tifón Haiyan de Filipinas que promuevan la lactancia materna, para evitar así enfermedades y muertes infantiles innecesarias.
                    
Se calcula que unos 12.000 bebés han nacido este mes en las zonas afectadas por Haiyan. La recomendación es que todos se alimenten exclusivamente del pecho de sus madres, ya que es la forma más efectiva de protegerlos de las infecciones potencialmente mortales. Alrededor de un tercio de los bebés nacidos antes de la catástrofe tienen menos de seis meses y ya recibían lactancia materna exclusiva. Se estima que nueve de cada 10 tenían una alimentación mixta. Para estas madres que combinaban ambos métodos, la OMS subraya la necesidad de que se les ayude a pasar de la mixta a la exclusiva.

"La distribución descontrolada de la leche de fórmula en este tipo de situaciones de emergencia como ésta, donde hay serios problemas de agua y saneamiento, es extremadamente peligrosa. El apoyo a la lactancia materna es una de las cosas más importantes que podemos hacer para proteger a los más pequeños que viven en las zonas del desastre de Filipinas", afirma Julie Hall, representante de la OMS en Filipinas.

Tanto Unicef como la OMS dan prioridad a la protección, la promoción y el apoyo a la lactancia materna como una medida para salvar la vida de los bebés de todo el mundo, especialmente en situaciones de emergencia.

"Con el apoyo adecuado -de un sanitario o experto en lactancia materna-, una mujer que practique la lactancia mixta puede conseguir aumentar la producción de la leche en cuestión de días, aumentando la frecuencia de las tomas", señala Tomoo Hozumi, representante de Unicef en Filipinas.

Una mujer dando el pecho a su hijo.Durante las situaciones de emergencia, las tasas de enfermedad y muerte entre los bebés y los niños son más altas que para cualquier otro grupo de edad. A menor edad, mayor riesgo, siendo los menores de seis meses los más vulnerables. Los bebés que toman leche de fórmula hecha con agua que está contaminada con gérmenes se pueden enfermar gravemente con diarreas que podrían causarles la muerte en sólo unas horas.

La alimentación de los bebés con leche de fórmula en situaciones de emergencia debe ser el último recurso. Antes, se debe intentar poner en práctica otras opciones como enseñar a las madres que no amamantan a reiniciar la lactancia materna, buscar una nodriza o usar leche maternizada.

Se calcula que en el desastre de Filipinas hay unos 6.600 menores de seis meses que no están alimentados de forma exclusiva de leche materna. Se les debería identificar urgentemente, para ser evaluados y brindarles el apoyo especializado necesario para que reciban la fórmula de leche más efectiva y segura: la maternizada.


Unicef y la OMS hacen un llamamiento a la sensibilidad para que todas las personas involucradas en la financiación, planificación y ejecuación de la respuesta de emergencia en Filipinas promocionen, protejan y apoyen la lactancia materna, con el objetivo de evitar enfermedades y fallecimientos infantiles innecesarios.

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