Lactancia materna, un
seguro de vida en Filipinas
Unicef y la
Organización Mudial de la Salud (OMS) ha pedido este jueves a todos aquellos
responsables de atender a las víctimas del desastre del tifón Haiyan de
Filipinas que promuevan la lactancia materna, para evitar así enfermedades y
muertes infantiles innecesarias.
Se calcula que
unos 12.000 bebés han nacido este mes en las zonas afectadas por Haiyan. La
recomendación es que todos se alimenten exclusivamente del pecho de sus madres,
ya que es la forma más efectiva de protegerlos de las infecciones
potencialmente mortales. Alrededor de un tercio de los bebés nacidos antes de
la catástrofe tienen menos de seis meses y ya recibían lactancia materna
exclusiva. Se estima que nueve de cada 10 tenían una alimentación mixta. Para
estas madres que combinaban ambos métodos, la OMS subraya la necesidad de que
se les ayude a pasar de la mixta a la exclusiva.
"La
distribución descontrolada de la leche de fórmula en este tipo de situaciones
de emergencia como ésta, donde hay serios problemas de agua y saneamiento, es
extremadamente peligrosa. El apoyo a la lactancia materna es una de las cosas
más importantes que podemos hacer para proteger a los más pequeños que viven en
las zonas del desastre de Filipinas", afirma Julie Hall, representante de
la OMS en Filipinas.
Tanto Unicef como
la OMS dan prioridad a la protección, la promoción y el apoyo a la lactancia materna
como una medida para salvar la vida de los bebés de todo el mundo,
especialmente en situaciones de emergencia.
"Con el apoyo
adecuado -de un sanitario o experto en lactancia materna-, una mujer que
practique la lactancia mixta puede conseguir aumentar la producción de la leche
en cuestión de días, aumentando la frecuencia de las tomas", señala Tomoo
Hozumi, representante de Unicef en Filipinas.
Durante las
situaciones de emergencia, las tasas de enfermedad y muerte entre los bebés y
los niños son más altas que para cualquier otro grupo de edad. A menor edad,
mayor riesgo, siendo los menores de seis meses los más vulnerables. Los bebés
que toman leche de fórmula hecha con agua que está contaminada con gérmenes se
pueden enfermar gravemente con diarreas que podrían causarles la muerte en sólo
unas horas.
La alimentación de
los bebés con leche de fórmula en situaciones de emergencia debe ser el último
recurso. Antes, se debe intentar poner en práctica otras opciones como enseñar
a las madres que no amamantan a reiniciar la lactancia materna, buscar una nodriza
o usar leche maternizada.
Se calcula que en
el desastre de Filipinas hay unos 6.600 menores de seis meses que no están
alimentados de forma exclusiva de leche materna. Se les debería identificar
urgentemente, para ser evaluados y brindarles el apoyo especializado necesario
para que reciban la fórmula de leche más efectiva y segura: la maternizada.
Unicef y la OMS
hacen un llamamiento a la sensibilidad para que todas las personas involucradas
en la financiación, planificación y ejecuación de la respuesta de emergencia en
Filipinas promocionen, protejan y apoyen la lactancia materna, con el objetivo
de evitar enfermedades y fallecimientos infantiles innecesarios.
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