Primeras
filmaciones del volcán submarino de El Hierro
El proyecto
VULCANO, que dirige el Instituto Español de Oceanografía, ha podido filmar, por
primera vez, el volcán submarino de la isla de El Hierro desde su base hasta la
cima.
El pasado mes de
noviembre tuvo lugar la segunda campaña de investigación oceanográfica del
proyecto Vulcano, cuyo objetivo es caracterizar la variabilidad espacio
temporal de las propiedades físico-químicas, geológicas y biológicas de toda la
periferia de la isla de El Hierro desde superficie hasta los primeros 2000
metros de la columna de agua.
Durante esta
campaña, a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño y gracias a un
vehículo submarino remolcado equipado con cámaras de alta definición, se ha
filmado el volcán desde su base hasta su cima. Dos años después de la erupción
la vida empieza a florecer.
Las primeras
imágenes que se observan en el vídeo se corresponden a la zona más profunda y
alejada de la erupción. Aquí se han acumulado grandes cantidades de material
volcánico muy fino, principalmente ceniza (partículas de menos de 2 mm) y
lapilli (fragmentos de entre 2 y 64 mm). Sobre el sustrato más estable, en esta
zona encontramos organismos sésiles (que viven ahdheridos al sustrato) como
gorgonias, corales y esponjas. Estas especies tienen un crecimiento muy lento
y, por tanto, no pueden ser nuevos colonizadores, sino que son supervivientes a
la erupción.
A medida que se
asciende por la ladera del volcán se encentran diferentes morfologías. La inestabilidad
del material volcánico, junto a la fuerte pendiente, han provocado grandes
derrumbes y a medida que se asciende en el paisaje se alternan zonas abruptas,
donde se acumulan grandes fragmentos, denominados bombas volcánicas, con áreas
arrasadas por los derrumbes, en las cuales predominan materiales finos.
Son las zonas
acantiladas y de acumulación de grandes fragmentos las preferidas para multitud
de crustáceos decápodos y de diferentes especies de peces, las cuales
encuentran en los nuevos materiales un refugio perfecto.
Observando al
detalle las rocas, es posible observar sus primeros colonizadores,
principalmente moluscos bivalvos y poliquetos (un tipo de anélidos de aspecto
parecido a los gusanos), que se fijan al sustrato y se alimentan filtrando el
agua que el volcán ha cargado de nutrientes. Cerca del cono
principal se hace más evidente la influencia de las emisiones de sustancias
químicas, que aún persisten, mostrando un fondo muy colorido.
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